El carácter abierto de esta residencia y su contacto permanente con la naturaleza responden al criterio del proyectista de que la segunda vivienda en nuestro trópico debe estar moldeada en función del clima y de la libertad que este otorga. La arquitectura, el interiorismo y el paisajismo se conjugan para crear un conjunto armónico con un gran sentido de pertenencia al lugar en que se emplazan.